Inicio Toño Martinez Fracking devastación o puntal de desarrollo

Fracking devastación o puntal de desarrollo

1534
0

Los 18 municipios huastecos susceptibles de su aplicación 

La intensa polémica que han desatado los proyectos petroleros mexicanos para la extracción de hidrocarburos como el gas natural, esquisto o petróleo en la zona Huasteca mediante la perforación y fragmentación de rocas lutitas o fracking, obliga con urgencia a ser extremadamente cuidadosos antes de tomar decisiones en torno al tema para, ni permitir supuestos cataclismos ecológicos, pero tampoco vetar la posibilidad de que tal técnica puedan constituir el detonante de una nueva era de desarrollo y progreso para los 18 municipios de la región, aletargados por el rezago ancestral y explotación política.

Mientras que diversos países y regiones autónomas del mundo prohibieron o restringieron el uso del fracking bajo el argumento que genera sismos, contaminación de aguas fluviales y pluviales como arroyos, ríos, manantiales y pozos, igual que envenena el aire con gases venenosos producidas por los químicos mezclados con el agua y arena inyectada a enorme presión para romper las lititas con hidrocarburo incrustado, instituciones como el Consejo de Protección de Aguas Subterráneas de Estados Unidos afirman que no existe comprobación científica de que la  técnica haya afecte los recursos hídricos de los lugares donde existen miles de perforaciones.

El Director ejecutivo del consejo, Mike Paque afirmó lo anterior ante el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, durante una jornada técnica organizada por la Asociación por la Defensa de la Calidad de las Aguas (Adecagua) desarrollada en la sede de esa organización de aquel país.

Citamos a Estados Unidos por ser la nación donde el fracking se utilizó por primera vez en los poblados de Duncan, Oklahoma y Hugoton, Kansas desde 1949. Solamente en ese país, están en operación actualmente alrededor de 320 mil pozos lo que incrementó en 50% su producción de petróleo y gas.

En México, la Comisión Nacional de Hidrocarburos firmó 7 contratos de licitaciones arropadas en la Reforma Energética, en el Golfo de México y la región noreste -donde se encuadra la Huasteca Potosina-, con las empresas Offshors Corporaction, de China; Statoil de Noruega, PC Carigaly de Malasia y Total, de Francia.

Pero, como no existe información clara por parte del Gobierno sobre los riesgos que la extracción del hidrocarburo pudiera generar surgieron corrientes opositoras ciudadanas como la Alianza Mexicana contra el fracking, cuyo objetivo es rechazar el uso de esa técnica.

Citó por ejemplo, que el fracking además de que utilizará enormes cantidades de agua a presión (de 9 a 29 millones de litros en cada pozo), mezclada con químicos y arena para romper la roca, producirá cuando el gas surja, volúmenes descomunales de gas metano, que tiene 86 veces mayor capacidad destructiva del ozono que el bióxido de carbono, y en consecuencia incidirá en aumentar el calentamiento global cuyas terribles consecuencias ya se registran como es el descontrol del clima con sus devastadores efectos.

Eso sin contar la alteración del ecosistema de las comunidades indígenas donde serán explotados los yacimientos. 

Conviene señalar que la Declaración de Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, adoptada por la Asamblea General el 13 de septiembre de 2007, reconoció los derechos básicos de los pueblos indígenas en algunas áreas de especial interés para estos pueblos, tales como el derecho a la integridad cultural, el derecho a la igualdad y a la no discriminación, el derecho al autogobierno y a la autonomía, el derecho a la tierra, el territorio y los recursos naturales, el derecho al consentimiento previo, libre e informado, entre otros, basándose en el principio general del derecho a la libre determinación. 

En ese contexto, el Gobierno federal a través de la Secretaría de Energía estableció normas para prevenir precisamente afectaciones al medio ambiente y asegurar el respeto absoluto al derecho de decisión de los pueblos naturales sobre sus recursos.

La Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA, creó lineamientos en materia de seguridad industrial, seguridad operativa y protección al medio ambiente para realizar las actividades de exploración y extracción de hidrocarburos en yacimientos no convencionales en tierra y los Lineamientos para la protección y conservación de las aguas nacionales en actividades de exploración y extracción de hidrocarburos en yacimientos no convencionales, de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) pero no representan ninguna garantía para atender los peligros del fracking.

El análisis de los mismos, realizado por la Alianza  evidencia que se trata de disposiciones débiles, deficientes e inoperables. Todo queda en manos de los regulados, el monitoreo de operaciones, el informe de los eventuales daños, la evaluación y vigilancia de los impactos ambientales. Mientras que el control de la Agencia y la Comisión se limita a pedir a las empresas la información que sustente que están cumpliendo con los lineamientos.

No todo quedó reducido a derechos, porque además se diseñaron dos fondos que apoyarán teócamente a estados y municipios, obviamente los pueblos originarios para compartir las utilidades que la extracción de hidrocarburos genere.

Se trata del Fondo Minero para el Desarrollo Regional Sustentable, y el Fondo para Entidades y Municipios Productores de Hidrocarburos.

El primero recibió entre los años 2014 y 2015 recursos por 7,282.7 millones de pesos, y el segundo 7,486.7 millones de pesos en 2015 y 2016. Sin embargo, no está claro si ese dinero llegó a estados y municipios donde ya se explora y extrae petróleo o gas natural.

En cuanto a quienes defienden el uso del fracking, señalan que la técnica acelerará el rescate de la riqueza en oro negro que existe en zonas como los 18 municipios de la Huasteca Potosina, que de otra manera tardaría décadas en lograrse. Afirman que no existe evidencia científica probada sobre la relación del fracking con sismos o envenenamiento de la atmósfera, y recursos acuiferos y que a través de la explotación de yacimientos las comunidades indígenas como en este caso Ojo de Agua, La Pitahaya, San Antonio Huichimal, La Lima, La Subida, Rancho Nuevo, La Pila y El Chuchupe, donde viven 15 mil personas, y otros anexos tendrán una oportunidad extraordinaria de mejoría económica, social, en servicios, comunicación, infraestructura y desarrollo en general, incluyendo empleo.

Aun así, la Coordinación de Organizaciones Campesinas e Indígenas de la Huasteca Potosina A.C. que encabeza Rogel del Rosal Valladares,  18 de Julio del 2017 anunció movilizaciones y marchas de protesta contra esa técnica cuando comenzara a utilizarse en la Huasteca.

No se trata de un grupo aislado porque tiene el respaldo de la Alianza Mexicana contra el fracking formada por 40 organizaciones con presencia en más de 15 estados.

Alertaron a los habitantes de las comunidades indígenas, para no permitir el acceso a personal de empresas asociadas a Pemex para la extracción de hidrocarburos, si antes no es analizado y revisado el contexto para los trabajos que se relaciona al derecho que tienen sobre el uso de sus tierras.

RIESGO DE POLITIZACION

Un nuevo elemento pone en riesgo de empeorar el tema, como son las elecciones del 1 de Junio.

Por lo escabroso del asunto, ya hay quien y quienes recorren las comunidades indígenas ofreciendo abanderar las protestas contra el fracking.

Surgen como salvadores de los pueblos étnicos, escondiendo intenciones perversas de utilizarlos para atraer reflectores con fines políticos, sin el mínimo respeto a la dignidad y capacidad de defensa que poseen.

Cuidado con este tipo de falsos líderes; son fácilmente detectables porque jamás se les ve en tareas de atención sana a la gente, sólo surgen en tiempos de conflicto que son terreno abonado para sus planes.

Tratan de impresionar  hablando del tema como si fuesen especialistas, cuando solo usan la información de Internet.

¿PROFETAS?

Durante el segundo gobierno de Eligio Quintanilla González (1997-2000) como alcalde de Valles, autorizó a un grupo de geólogos de la Universidad de Chihuahua instalarse en el poblado El Abra, donde investigarían la presunta existencia de un ramal de la Falla de San Andrés, la gran fisura en el Oeste de Estados Unidos, que cruzaría el continente para salir el Golfo de México.

El permiso era por tres días, pero se prolongó tres meses, dado que los descubrimientos de los geólogos fueron extraordinarios.

Utilizando tecnología de la época, como ultrasonido y mediciones satelitales, encontraron bajo la Sierra de Tanchipa:

1) un enorme yacimiento de agua dulce, que aseguraron sería suficiente para garantizar el abasto de la Huasteca por muchas décadas.

2) Investigaciones los condujeron al entorno de la presa “La Lajilla” del ejido “Laguna del Mante”, donde detectaron vestigios de uranio, elemento que mediante fusiones científicas es utilizado en la fabricación de armas nucleares, aunque también tiene fines diversos, entre ellos una base para determinar edades geológicas.

3) Lo más extraordinario correlacionado con el tema que abordamos, fue descubrir bajo la sierra “La Colmena”, precisamente donde se asientan las comunidades o ejidos tének, actividad sísmica de origen volcánico, generada en presiones de magma en el subsuelo.

Al regidor Héctor Courcho, le informaron y entregaron una copia del informe, donde asentaban que en un futuro cercano, toda esa cordillera sufriría una transformación radical. Surgirían geiseres tan grandes como “El Gran Viejo” del parque Yellowstone en Estados Unidos, que transformarían los bosques en zonas semiáridas.

Llamaban a que las autoridades de aquel entonces comenzaran a tomar medidas de prevención.

Ahora, los proyectos de extracción de petróleo y gas esquisito, parecen fortalecer  los pronósticos basados en investigaciones de los geólogos de Chihuahua, sobre el cambio drástico que puede sufrir la zona en sus ecosistemas y afectación del entorno social, producto de la explotación petrolera con o sin fracking.

DECISION APRESURADA DEL CABILDO

En la sesión del martes 10 pasado, el cabildo en pleno de Valles  aprobó la iniciativa presentada por la organización Agenda Ciudadana A.C., para impedir el uso del fracking para la explotación de yacimientos de petróleo y gas en la zona indígena y otras áreas, lo cual es considerada una decisión apresurada por las razones expuestas.

La preocupación de Agenda Ciudadana es justa, loable como su temor a un posible desastre;  pero a la autoridad corresponde asumir posturas ecuánimes, sostenibles.

Lo más correcto era  integrar una comisión especializada de regidores con personal de apoyo para estudiar con toda seriedad el tema. Un estudio que arroje conclusiones con soporte válido en las dos vertientes del asunto es decir, determinar con la mayor exactitud y veracidad posibles la existencia de un peligro real del fracking, o bien la oportunidad que puede significar para que las comunidades indígenas puedan acceder al progreso que ancestralmente han tenido vetado, por políticas perversas de un sistema político que solo los usa como emblemas de campañas electorales y les otorga migajas a ellos, que son nuestro origen.