Uno de los diarios más influyentes del país, “Reforma”, publicó que una célula del grupo delincuencial de Los Zetas se camufló como parte de varias policías municipales y que incluso, en el municipio de Valles, fue la escolta que protegía a Jorge Terán Juárez, quien fue alcalde de 2015 a 2018.
Estos elementos que llegaron a infiltrarse a las policías eran llamados “Talibanes” y hace pocas semanas, el secretario de Seguridad Pública del Estado, Jaime Pineda Arteaga confirmó que esto había sucedido en varios municipios de la Huasteca, incluyendo a Valles.
Pero también resulta que el secretario general de Gobierno del estado, Alejandro Leal Tovías negó que una cosa tan grave estuviera sucediendo en el interior de las corporaciones policiacas de la Huasteca y se atrevió a afirmar que los cuerpos del orden eran confiables.
Lo que es cierto es que fue un secreto a voces en Valles que estos “Talibanes” (que se les decía así por su forma de vestir, tapándose el rostro, operaban en la ciudad y que no sólo daban la protección al alcalde, sino que también hacían de las suyas, contra ciudadanos de toda índole.
Sergio Serrano Soriano presidente de Morena, Julio César González Ramírez del PES y Patricia Álvarez Escobedo del PT despotricaron contra los diputados de esos tres partidos políticos que conforman la coalición Juntos Haremos Historia, por no acogerse a la austeridad republicana que pregona el presidente de la República, emanado de esas mismas siglas, Andrés Manuel López Obrador.
Además de ello, los tres dirigentes partidistas invitaron a la ciudadanía a manifestarse, porque los diputados, aseguran, no se redujeron el sueldo a la mitad, como lo habían prometido y eso significa un agravio contra una sociedad necesitada y carente de privilegios, que ellos sí se dan y advierten que no se debe permitir que estos legisladores den “atole con el dedo” a los ciudadanos que los pusieron en el lugar donde están.
Raúl Hernández Camacho, director de Desarrollo Económico, tuvo un resbalón monumental, porque demostró que no sabe nada de licores y por eso creyó que el ron, exclusivamente el Ron Potosí, que se hacía enteramente en Ciudad Valles y que pronto volverá a abrir sus puertas como empresa local, no se hace de uvas, como el vino de mesa o el brandy y quizá por ello se atrevió a decir que, junto con la llegada de la industria etílica, el Gobierno municipal estaría promoviendo que se comenzaran a cultivar viñedos, mientras hablaba de la marca ya conocida del cotorrito.
Lo grave es que, siendo el representante de “desarrollo económico” del Ayuntamiento, ni siquiera sepa cuál es la materia prima del licor más representativo de la zona, que es la miel de la caña y no las uvas, por eso se haya aventado a hablar de viñas y de uvas y quién sabe qué otras cosas. Hay que darle una leidita a la historia local.
Hablando del mismo director de Desarrollo Económico del Ayuntamiento, Raúl Hernández, resulta que, a pesar de que el alcalde Adrián Esper, anunció que habría un Gobierno austero y que no inflaría la nómina, al funcionario con aires de grandeza le habría valido sombrilla eso y se rumora que habría metido a chambear a varias personas, en una acción que la iglesia de la que es pastor, no aprobaría.
Ah, pero no es tonto, no los metería a Desarrollo Económico, sino que los habría incrustado en la nómina de Proyectos Productivos, donde puede haber más personal, sin que se note tanto el exceso, así que habría que investigar cómo está la cosa en este departamento, porque habría acomodado gente, a la vieja usanza priista y como en los viejos tiempos.
“Todo cabe en un jarrito, sabiéndolo acomodar” y así fue como sucedió con la siempre ausente exdirectora de Ecología del municipio de Aquismón, Ana Victoria Ramos Fernández, quien, como se puede ver aquí, ya no es la funcionaria encargada de cuestiones ambientales, porque ni atendía ese puesto y de eso se encargaba una ingeniero ambientalista, especialista en el tema, pero que lejos de quedarse sin beneficios, a la mejor fuera del Gobierno le iría mejor.
Y es que, de acuerdo con información filtrada por varias fuentes, luego de que no se aparecía a trabajar en el cargo que le confió el alcalde Óscar Suárez, que tomó una decisión pésima con la aludida, se supo que la sacaron de donde estaba para mejor beneficiarla dándole obra pública del Ayuntamiento, cosa que perjudicaría muchos al presidente municipal, si se comprobase, pero al menos así se supo que estaba el arreglo, para que no tuviera que ir a hacer un trabajo que no le interesaba.
El Gobierno de Ricardo Gallardo Juárez en la capital potosina de 2015 a 2018 se puede apuntar una falta más que le ganará el odio de muchos animalistas, porque se dice que para ahorrar dinero en carne y alimento para canes, a los perros que tenían supuestamente destinados para adiestramiento de detección y proximidad, los encerró en una casa, en donde no solamente se les limitó el espacio, causándoles daños en su vida saludable, sino que nada más se les daba agua y unos cuantos mendrugos.
El daño habría sido tal que de 60 perros de raza Pastor Alemán, habrían quedado sólo 13, a los que la actual Secretaría de Seguridad Pública les habría reiniciado el entrenamiento y se les estaría dando un tratamiento especial por la violencia que generaron por el estrés de estar encerrados y en condiciones deplorables. Esta es una anomalía más encontrada y en vías de corregirse de parte del alcalde Xavier Nava Palacios.
