La Junta de Conciliación y Arbitraje se aventó una dominguera en pleno lunes al prohibir la entrada de operarios de la DAPAS a las instalaciones de la paramunicipal para que hagan el cambio de bombas de agua que mandan el líquido a la zona norte del municipio, que se han estado quedando sin agua desde hace meses, presuntamente a causa de cifras del INEGI, que demostrarían que en esa zona hay una población igual a la de hace algunos años, por eso no se requeriría más potencia para enviar agua.
Lo que quizá la Junta obvió es que no se trata de atender a más usuarios, sino de hacer el cambio a una bomba más potente y nueva, a cambio de una que no empuja con los suficientes caballos de fuerza y que falla continuamente. Este chasco provocará que los del norte del municipio, que son alrededor de 4 mil familias, monten en cólera, porque ya se hacían con agua toda la semana y no un día sí y un día no, como les está pasando ahora.
El presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador ahora se fue al tema de la vivienda. Pero se fue con el mismo empuje que con los otros temas, como el de las guarderías o el del cierre de ductos de petróleo en su totalidad: sin medir consecuencias inmediatas ni afectaciones.
Es cierto que el INFONAVIT o el FOVISSSTE están repletos de anomalías y que se debe pensar en una nueva programática de esquemas de créditos a la vivienda popular de la clase obrera o trabajadora, pero la revisión debe hacerse paulatinamente y sin cortar de tajo la posibilidad de que decenas de miles de mexicanos se queden en ascuas, cuando estaban a punto de sacar su casa. De nueva cuenta la política de reacción inmediata es la que priva, por encima de la razón y de las ganas de hacer figurar una política de limpia y de corte de tajo.
Al margen de otros alcaldes que se la pasan fanfarroneando que apoyarán a la seguridad pública y a la paz social, Xavier Nava Palacios dio a conocer que como incentivo para que hagan mejor su trabajo, su Gobierno otorgará a través del FORTASEG un bono de 7 mil 711 pesos. Esto aunado al aumento salarial de ley del seis por ciento que se vio reflejado en sus sueldos.
Esta paga es única, pero es un estímulo para los agentes policiacos que cuidan la ciudad más grande y conflictiva de la entidad, en donde viven alrededor de 800 mil habitantes, pero donde hay una población flotante de 1 millón de personas por día.
Estas acciones quedan dentro de la buena acción política de Xavier Nava, quien es un alcalde que no está acostumbrado a los discursos solamente, sino a darle el apoyo necesario a los rubros más sensibles del Gobierno.
En Obras Públicas andan de “asústame, panteón”, porque resulta que muchos comerciantes se han quejado de que la dirección a cargo de Alberto Machuca Flores les envía a muchachos becarios de Jóvenes Construyendo el Futuro para hacerles una encuesta sobre especificaciones de sus negocios, pero principalmente para actualizar el padrón de los que pagan por la recolección de la basura de sus negocios, aunque hay mucho resquemor de los comerciantes, quienes saben que no está el horno para bollos como para mandar a gente a preguntar por sus negociaciones.
Ahora bien, hay una necesidad de acomodar el padrón de los que requieren de una recolección en sus empresas, pero primero debería haber un servicio constante y eficiente, en lugar de mandar a hacer encuestas para aumentar la hacienda pública.
Calmando las voces que grillaban tanto a uno como a otro alcalde, los munícipes de Valles y de Tamuín, Adrián Esper Cárdenas y Grecia Sánchez González, respectivamente, están colaborando en pláticas acerca de la infraestructura que tendrán que acometer tanto uno como el otro, luego de que lograron convencer al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador de que una estación aérea en la Huasteca potosina es una opción plausible para que se explote el turismo nacional e internacional.
Tanto uno como otro refirieron que han colaborado desde que se planteó el renacimiento del aeropuerto y en una reunión celebrada apenas, coincidieron en seguir colaborando mutuamente, sin que haya visos de grilla molesta que intenten manchar su buena relación política.