Xilitla se convirtió en la pasarela más surrealista, mientras las catrinas se apoderaban de la voluntad de propios y extraños.
El desfile dio inicio desde la secundaria y una ola de obscuridad las acompañó hasta la plaza principal.
Caballos bailarines montados por catrines y catrinas llamaron la atención de los turistas, mientras tanto presidente municipal Óscar Márquez hacía entrega de dulces a los niños que se encontraban entre la multitud.
La Gran Señora se coronó como la madre de las catrinas, La bien amada en segundo lugar y Yolotzin en la tercera posición. Destacó la mención honorífica para Flor de Maíz.
La presentación de Tempus Quartet que es uno de los grupos consentidos del pueblo mágico fue extraordinaria, el talento cautivo a los espectadores y los mantuvo atentos a cada nota que emitían.
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